La eficiencia energética de las viviendas es importante tanto desde el punto de vista ecológico como el económico. Una vivienda eficiente será más sostenible para el medio ambiente, pero además nos supondrá un mayor ahorro que una vivienda que no lo es.
¿Cómo se evalúa la eficiencia energética de una vivienda?
Un certificado energético es un documento oficial que evalúa y califica la eficiencia energética de un edificio o vivienda. Su objetivo es brindar transparencia y ayudar a los propietarios y compradores a comprender el rendimiento energético de una vivienda. También sugiere medidas de mejora para reducir el consumo de energía y las emisiones.
Para este certificado, emitido por técnicos cualificados, la eficiencia energética se determina calculando o midiendo el consumo de energía anual necesaria para satisfacer la demanda energética del edificio en unas condiciones normales de funcionamiento y las emisiones de CO2 asociadas.
En el caso de los edificios destinados a uso residencial privado, se clasifican para cada uno de los indicadores de la eficiencia energética dentro de una escala de siete letras, desde la letra A (más eficiente) a la letra G (menos eficiente).
Para las viviendas de nueva construcción, el Código Técnico de Edificación establece una normativa de eficiencia que conlleva que han de tener una calificación A, B o C. Sin embargo, este tipo de viviendas representan solo una pequeña parte de las existentes.
La mayoría de los casi 10 millones de edificios ya construidos en España tiene una mala calificación energética, predominando las letras E, F y G. Una vivienda con clasificación A consume hasta un 90% menos de energía que otra con calificación G, por lo que es importante realizar todas las acciones posibles para mejorarla.
Cómo puedes mejorar la eficiencia energética de tu vivienda
La rehabilitación energética de edificios consiste en mejorar el rendimiento energético del inmueble con distintas actuaciones, con el objetivo de reducir el consumo energético y aumentar el confort térmico. Algunas de estas actuaciones son además subvencionables por las ayudas que forman parte del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia, diseñado por el Gobierno para la movilización de los fondos europeos Next Generation.
Mejora de la envolvente térmica
Lograr un buen aislamiento es uno de los puntos más importantes para mejorar la eficiencia energética en tu hogar. Al mejorar la envolvente térmica, se busca reducir las fugas de energía que causan pérdidas de calor en invierno y un calor excesivo en verano. Algunas de las actuaciones para mejorarla son:
- Renovación de la fachada con SATE: la rehabilitación con SATE rhonatherm te ayuda a conseguir hasta un 60% de ahorro. El aislamiento se coloca en el exterior de la vivienda con las mínimas molestias y además se trata de una actuación subvencionable.
- Aislamiento de la cubierta: el tejado también forma parte de la envolvente y es importante que esté bien aislado, ya que es una gran superficie en la que inciden constantemente los rayos del sol. Estudia realizar mejoras en la cubierta para mejorar el aislamiento.
- Ventanas eficientes: las ventanas son puntos vulnerables en la envolvente térmica. Considera reemplazar las ventanas antiguas por modelos de PVC con doble o triple acristalamiento.
- Control solar: instala persianas y toldos para aprovechar o bloquear la energía solar a conveniencia. Su movilidad permitirá que el sol entre en invierno y evitarán el sol directo y el sobrecalentamiento en verano.
[BLOG] El papel de la envolvente térmica en el confort de tu hogar.
Mejora de la eficiencia energética de las instalaciones térmicas
Las instalaciones térmicas son muy importantes, ya que la calefacción y la refrigeración suponen el mayor gasto de energía en los hogares. Aquí también hay que considerar las instalaciones de agua caliente sanitaria, otro de los factores importantes en el consumo de energía en una vivienda.
- Calefacción y refrigeración eficientes: reemplaza los viejos sistemas de calefacción y refrigeración por opciones más eficientes energéticamente. Considera la instalación de calderas de condensación, bombas de calor o calefacción por biomasa.
- Calentadores de agua: en zonas con abundante luz, los sistemas solares de agua caliente son una buena forma de conseguir agua caliente sin gasto energético. También es importante reducir el consumo de agua, para lo que puedes utilizar aireadores en los grifos.
Mejora de las instalaciones de iluminación
La incorporación de fuentes de energía renovables que nos hagan depender menos de la red eléctrica son fundamentales para la sostenibilidad de los hogares. Este punto, junto con un adecuado uso de la energía, impactarán directamente sobre la eficiencia energética de la vivienda.
- Paneles solares: la energía solar es una fuente de energía limpia y renovable. Los paneles solares pueden generar electricidad para alimentar tus electrodomésticos y sistemas de iluminación, lo que reduce tu consumo de energía y tus facturas.
- Sistemas de gestión energética: con domótica se puede controlar el consumo de energía de diferentes dispositivos y automatizar acciones para reducir el consumo. Es útil para apagar automáticamente los dispositivos, controlar las luces o ajustar la temperatura de las habitaciones.
- Electrodomésticos eficientes: los electrodomésticos son una de las principales fuentes de consumo de energía en un hogar. Opta por electrodomésticos con etiquetas de eficiencia energética, que consumen menos energía y suponen un mayor ahorro a lo largo del tiempo.
- Bombillas LED: a pesar del tiempo que lleva la tecnología LED entre nosotros, hay muchos hogares que aún utilizan otras formas de iluminación menos eficientes. No esperes más para hacer el cambio.
Pequeñas prácticas diarias de ahorro energético
Además de la sostenibilidad y el ahorro que se pueden lograr, mejorar la eficiencia energética de la vivienda también mejorará significativamente la calidad de vida de sus habitantes. Para conseguir los mejores resultados, hay que fomentar prácticas de eficiencia energética entre los miembros del hogar.
[BLOG] 20 formas de ahorrar energía en casa.
Apagar las luces y los dispositivos electrónicos cuando no estén en uso, mantener el termostato dentro de unos parámetros adecuados, aprovechar al máximo la luz natural, no utilizar un exceso de temperatura en los lavados…. Pequeños cambios en los hábitos diarios pueden marcar una gran diferencia en el consumo de energía y contribuyen a crear un futuro más sostenible.