La construcción está evolucionando para adaptarse a los nuevos tiempos y reducir el impacto ambiental con el objetivo de ser más sostenible. Para medir este grado de sostenibilidad, desde los años 90 surgen una serie de sistemas de certificación que evalúan los aspectos ambientales, económicos y sociales de los edificios.
Como ejemplo de estas certificaciones tenemos LEED, BREEAM, VERDE o PASSIVHAUS entre otras, que tienen como fin la ecoeficiencia en la construcción aunque se diferencien en el grado de exigencia en sus criterios de valoración.
LEED y BREEAM como garantía de calidad sostenible en edificación
Tanto LEED como BREEAM son sistemas de certificación de la construcción sostenible, que nacieron en EE.UU. y Reino Unido respectivamente. Estos sistemas fomentan el desarrollo de la sostenibilidad en la edificación, reconociendo y promocionando las buenas prácticas en la construcción. Cada uno de estos sistemas otorga una puntuación, evaluando las prácticas en función de una serie de categorías.
Certificación LEED (Leadership in Energy and Environmental Design)
La certificación LEED otorga una puntuación a un edificio en función del cumplimiento de unos requisitos valorados con créditos y agrupados en 8 categorías:
- Localización y transporte
- Parcelas sostenibles
- Eficiencia en agua
- Energía y atmósfera
- Materiales y recursos
- Calidad ambiental interior
- Innovación en el diseño
- Prioridad regional
Según la evaluación en estos distintos grupos, se pueden conseguir cuatro certificados diferentes:
Certificación BREEAM (Building Research Establishment Environmental Assessment Methodology)
La puntuación alcanzable con BREEAM viene definida por el cumplimiento de 10 criterios ambientales de sostenibilidad:
- Agua
- Energía
- Materiales
- Salud y bienestar
- Gestión
- Transporte
- Residuos
- Contaminación
- Uso del suelo y ecología
Según estos criterios, se pueden lograr 5 grados de calificación diferentes.
La rehabilitación de edificaciones mediante SATE puede hacer que se acceda a este tipo de certificaciones y así revalorizar la vivienda, además de todas las ventajas que implica una construcción sostenible.